SEGUNDA GUERRA MUNDIAL Corea (norte-sur)
LA DIVISIÓN
La ocupación de la península de Corea entre 1910 y 1945 fue uno de los períodos más oscuros de la historia coreana. Las fuerzas de ocupación obligaron a muchos ciudadanos –sobre todo en el norte– a trabajar como esclavos en fábricas, minas e industria pesada. Además, la utilización de chicas como “mujeres de consuelo” –eufemismo de prostitución forzada– para los soldados japoneses sigue siendo motivo de resentimiento y controversia en ambas Coreas.
Casi toda la actividad guerrillera contra la policía y el ejército japoneses se desarrolló en las provincias septentrionales de Corea y la vecina Manchuria, y los norteños se enorgullecen todavía de haber soportado una carga desproporcionada en la lucha contra Japón. De hecho, algunos libros de historia norcoreana moderna inducen a creer que Kim Il-sung derrotó a los japoneses casi sin ayuda. Si bien sus hazañas se han exagerado, Kim Il-sung fue un poderoso líder de la resistencia, aunque no lo bastante para liberar Corea de los japoneses. Esta tarea le tocó al Ejército Rojo soviético, que en los últimos días de la II Guerra Mundial penetró en Manchuria y el norte de Corea cuando se retiraban las tropas japonesas. EE UU, que era consciente de la importancia estratégica de la península y no quería que quedara en manos soviéticas, empezó a trasladar tropas al sur del país. A pesar del acuerdo alcanzado en Yalta para ceder la custodia de Corea conjuntamente a la Unión Soviética, EE UU y China, no se llegaron a establecer planes concretos con esta finalidad, y el Departamento de Estado de EE UU asignó la división del país a dos jóvenes funcionarios que, teniendo a la vista un mapa de National Geographic, trazaron la línea divisoria en el paralelo 38.
Las fuerzas estadounidenses tomaron rápida posesión de la mitad sur del país al tiempo que los soviéticos se establecían en el norte, parándose ambos en aquella raya de separación arbitraria. La intención de celebrar elecciones democráticas en toda la península no tardó en quedar rehén de las tensiones de la Guerra Fría, y después de que el norte se negara a permitir que los inspectores de la ONU cruzaran el paralelo 38, el sur proclamó la República de Corea el 15 de agosto de 1948. El norte, por su parte, proclamó la República Popular Democrática (RPDC) tres semanas después, el 9 de septiembre de 1948.
GUERRA DE COREA
Durante la brutal Guerra de Corea de 1950-1953 se asistió al poderoso avance de Corea del Norte hacia el sur, donde estuvo a punto de expulsar a las fuerzas de EE UU por mar, a lo que siguió un contraataque de EE UU y la ONU, que lograron ocupar casi toda Corea del Norte. Cuando la situación empezó a complicarse para el norte, Kim optó por retirarse a las montañas y librar una guerra de guerrillas contra el sur, sin saber que Mao Tse-Tung había decidido prestar ayuda encubierta al norte enviando a fuerzas del Ejército Popular de Liberación disfrazadas de “voluntarios”. Cuando el EPL penetró en el país, el norte desplazó el frente hasta el paralelo 38 y, con dos millones de muertos, el impasse originario se mantuvo más o menos igual. El acuerdo de armisticio obligó a ambas partes a retirarse 2 km de la línea de alto el fuego, creándose así la Zona Desmilitarizada (DMZ) que todavía existe hoy.
Cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, el control de la península de Corea, ocupada antes por los soldados japoneses derrotados, se dividió entre la Unión Soviética, en el norte, y Estados Unidos, en el sur.
Kim Il Sung, el líder de Corea del Norte, quería unir a las dos coreas bajo el régimen comunista y solicitó el permiso del líder soviético, José Stalin, para hacerlo por la fuerza, según los registros del Centro Wilson.
Ante la primera solicitud de Kim de invadir, en marzo de 1949, Stalin fue cauteloso y no quiso ser arrastrado a un conflicto con Estados Unidos, que todavía tenía soldados de ocupación en Corea del Sur.
Pero cuando esos soldados fueron retirados, en el verano de 1949, la oposición de Stalin se suavizó, y, en abril de 1950, el líder soviético estaba listo para escuchar a Kim nuevamente cuando el líder norcoreano visitó Moscú.
Stalin le dijo a Kim que la URSS respaldaría la invasión, pero solo si Kim lograba que la China comunista lo aprobara también.
Envalentonado por la victoria comunista de China sobre las fuerzas nacionalistas, en 1949, en una guerra civil en la que Washington no intervino, el líder chino, Mao Zedong, estuvo de acuerdo y ofreció ser una fuerza de respaldo para las fuerzas norcoreanas en caso de que Estados Unidos interviniera.
Con eso, Kim tenía luz verde para invadir.
Comentarios
Publicar un comentario